Esa manía de ciertas autoridades de ser payasos por migajas de matinales y un punto de rating, que son capaces de pegarle cada mañana a los más débiles, para darle show a la TV y aparecer.
Que necesarias son las fiscalizaciones y ordenar las calles ¿Pero justo todo eso pasa de 8 a 12, en horario matinal? Hay un nivel de política tan básica, intelectualmente tan precaria, que tratan a la sociedad literalmente como “estúpido”, como que todos creyéramos en estas coincidencias ¿justo en plena fiscalización de cualquier cosa, van pasando los periodistas de matinales? Si hasta para sacar el humo de los militares ocupan la misma estrategia.
Ahora, siempre es la fiscalización precaria, del negocio barato, todavía estamos esperando que lo hagan con el mismo ímpetu a ENEL, por la mantención de luminarias – cables- postes, a EFE y sus solitarios basurales que se han convertido las líneas de trenes.
¿A caso hemos visto a estas autoridades, con actitudes de pequeñitos alcaides, movilizados para que las carreteras cooperen con la seguridad y los dejen de utilizar a los municipios como caja recaudadora o persiguiendo empresas por el mal olor y contaminación en nuestras comunas?
Sin duda estamos viviendo un vacío político de ideas y propuestas en la izquierda chilena, donde las ideas de igualdad, de transformaciones, son cosas arcaicas. Más bien tenemos pequeños líderes que son simplemente resultados de un contexto social, absolutamente neoliberal, aun siendo de izquierda, como una especie de “chivo expiatorio” del propio sistema político-económico que nos rige, por ende, como individuos, se vuelven totalmente irrelevantes a la luz histórica, pero con nula capacidad social para aportar al freno de los procesos de fascismo que comenzamos a vivir.
Pareciera que el espacio político de los cargos electos, en este caso desde las elecciones municipales, solo serán un mero trámite y disputa de egos, a través de una continuidad de directriz que conduce directamente al fascismo que estamos viendo en otros lugares del mundo. Galeano ya decía que el poder es como un violín, que se toma con la izquierda y se toca con la derecha, lamentablemente en tiempos de carencias intelectuales que es estamos viviendo, estos personajes solo permiten la inercia y la destrucción de las señales de algo distinto… Pero siempre hay tiempo de hacer algo distinto.